25 abril 2011

A más de 15 días de haberse confirmado la reducción del volumen de reservas probadas de gas natural de 26,7 a 9,94 Trillones de Pies Cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés), todavía no se ha publicado el informe completo sobre la certificación realizada por Ryder Scott. Por informe completo me refiero a la presentación de los volúmenes de reservas campo por campo, por departamento y por empresa, diferenciando claramente los volúmenes de petróleo de los de condensado y de los de gas natural. Debería consignarse también los principales hallazgos encontrados por la empresa certificadora, su opinión sobre la validez y calidad de los estudios exploratorios realizados en el país, si existen o no problemas de interpretación de dichos estudios, etc.

Esta información no puede ser de exclusividad para YPFB, más allá de una herramienta de gestión en la industria petrolera, la certificación de reservas permite proyectar el desarrollo nacional y programar la planificación regional, es un insumo para fortalecer los derechos indígenas, etc. Esta información puede y debe ser utilizada por las instituciones gubernamentales, regionales y municipales, por las universidades, por organizaciones no gubernamentales, por los movimientos indígenas, por las organizaciones sociales, en fin, por todas las instituciones y personas que trabajan en pos de mejorar la calidad de vida en el país.

Carlos Villegas durante la presentación del Informe
Foto: Los Tiempos - APG 09/04/2011
Por este motivo, que YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos no den a conocer esta información es sumamente irresponsable.

Empero, no sólo falta este informe. Es necesaria también una explicación clara y solvente sobre las causas que han ocasionado tan amplia reducción de las reservas probadas de gas natural y, por supuesto, una identificación precisa de los responsables de este hecho.

Evidentemente Carlos Villegas, presidente de YPFB, ha sugerido que las empresas inflaron las reservas y ha insinuado que existió manipulación financiera. No obstante, si tomamos en cuenta que:

  • Quienes cuantifican las reservas son las empresas operadoras, ellas ejecutan los estudios exploratorios, interpretan los mismos y realizan las estimaciones.
  • Las certificadoras sólo avalan y respaldan todo el trabajo de las operadoras.
  • Las operadoras estaban obligadas a entregar a YPFB Residual toda la documentación correspondiente a la cuantificación de reservas probadas si querían retener un área o comenzar a explotarla.
  • Los personeros de YPFB Residual estaban obligados a recopilar, sistematizar (entiéndase, revisar y valorar) y publicar oficialmente esta información.

Es justo preguntarse: ¿Cómo pudo inflarse las reservas probadas, en la proporción que lo hicieron, sin que nadie se diera cuenta? ¿Cómo pudieron ejecutar la manipulación financiera sin que nadie lo advirtiera? ¿Quiénes se beneficiaron y en qué cuantía?

Estas y otras interrogantes no pueden quedar si respuestas. El presidente de YPFB y el ministro del ramo tienen la obligación ineludible de presentar al país un reporte ampliamente explicativo, técnicamente solvente y políticamente serio sobre la reducción de reservas. La ausencia del mismo haría sospechar que están protegiendo a los involucrados en la inflación de reservas y en la manipulación financiera.

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