09 diciembre 2018

María Luisa Mercado
Periódico Opinión

Asesor CONALJUSIP. Foto: Periódico Opinión 09/12/2018
El actual sistema de pensiones ha sido diseñado para que los trabajadores empiecen a ahorrar desde que inician su vida laboral. Por ejemplo, si un trabajador empieza a aportar a la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) a los 25 años, el ahorro que haga en 35 años ganará mayor interés que el trabajador que empiece a contribuir a los 26 años o posteriormente, porque disminuirá proporcionalmente la rentabilidad.


El asesor de la Confederación Nacional de Jubilados del Sistema Integral de Pensiones (Conaljusip) Gustavo Rodríguez Cáceres explica que, matemáticamente hablando, los aportes de los primeros 10 años del trabajador son los más importantes, porque representan el 45 por ciento de lo que va a acumular.

Los aportes de la segunda década representan el 27 por ciento de todo lo que el trabajador puede ahorrar. El empleado que empezó a aportar a la AFP a partir de los 25 años, cuando cumpla 45 ya habría aportado lo que a sus 58 o 60 años será el 72 por ciento del capital. Después de los 45 años, las cuotas mensuales a las AFP son importantes, pero ya no tanto, porque ganan menos interés.

JÓVENES

“Asegurar la vejez es tarea de jóvenes”, señala Rodríguez Cáceres.

No obstante, a los trabajadores menores de 50 años ni siquiera se les puede hablar sobre la jubilación. “En Bolivia nadie piensa en su vejez ni en su futuro y menos cuando son jóvenes”, añade. 

Habitualmente, la gente empieza a preocuparse de su vejez cuando cumple 55 años; algunos a los 50 años.

Si a esa edad se empieza a aportar al sistema de pensiones, el trabajador tendrá que contribuir por al menos 15 años y su pensión de jubilación será ínfima.

Si un empleado comienza a aportar a los 45 años, tiene posibilidades de una renta mejor, porque sus ahorros ganarán intereses por al menos 20 años.

El de 45 años puede mejorar su pensión, pero si es una persona mayor de 55 años “es poco lo que se puede hacer”.

FONDO SOLIDARIO

Cuando el nivel de la renta de jubilación es muy bajo, las personas pueden percibir ingresos del fondo solidario, pero para acceder a ese beneficio tienen que empezar a contribuir antes y acumular la mayor cantidad de cuotas. Se puede llegar hasta 420 pagos mensuales, durante 35 años de vida laboral activa, y esto permite una renta de jubilación de unos 4.200 bolivianos al mes.

Hay trabajadores independientes, de 35 a 40 años, que dejan pasar el tiempo con la idea de afiliarse y luego se olvidan, con lo que su vejez quedará desprotegida.

Rodríguez Cáceres señala que mucha gente desconfía del Sistema, porque no cuenta con mucha información sobre el Sistema de Pensiones. “Dando la espalda al Sistema no se consigue controlar nada. Es necesario evaluar y exigir a las autoridades que sean eficientes”, sugiere. 

BAJO INTERÉS 

Actualmente, las tasas de interés del ahorro previsional son muy bajas. El 28 de noviembre, la AFP Previsión reportaba una rentabilidad anual de 2.35 por ciento . La Rentabilidad Nominal Anualizada (RNA) del Fondo de Ahorro Previsional administrado por Futuro de Bolivia S.A. AFP alcanzó un nivel del 1.55 por ciento al 30 de septiembre de 2018.

El asesor de Conaljusip considera que, aún así, es conveniente aportar a la AFP, aunque sea el mínimo. Si el joven trabajador gana menos de 15.000 bolivianos al mes, “a ciegas le conviene aportar al sistema de pensiones”, aconseja Rodríguez Cáceres.

Si un joven gana por encima de 20.000 bolivianos de manera independiente, tiene que calcular si el dinero va a rendir mejor en otra inversión. En la mayoría de los casos, “es más beneficioso ahorrar con la AFP”, señala el experto.

QUIEBRA

Si acaso el sistema quebrara, el asegurador o garante, en última instancia, es el Estado boliviano.

El Tesoro General de la Nación cubre los costos sociales, asume la responsabilidad y garantiza los ahorros individuales de los trabajadores.

Actualmente, el Estado está a cargo de más de 100.000 jubilados del antiguo sistema de reparto.

El boletín del Ministerio de Finanzas informa que, en agosto pasado, los 98.652 jubilados cobraron rentas por más de 331 millones de bolivianos. También se paga a los 5.207 rentistas de las Fuerzas Armadas la suma mensual de 31 millones de bolivianos. Adicionalmente, el Tesoro General de la Nación cubre el pago de más de 220 millones de bolivianos por concepto de Compensación de Cotizaciones de 112.338 jubilados de la llamada “generación sandwich”.

PARTICIPACIÓN

Rodríguez Cáceres propone que los jóvenes aporten más al Sistema, involucrarse y lograr una gestión más transparente.

Hay muchas personas que están buscando asesoramiento matemático actuarial de sus futuras rentas.

Los más interesados son los que tienen buenos ingresos económicos, como son los petroleros, los del sector eléctrico y de la banca, que ganan por encima de los 20.000 bolivianos.

POCOS ASEGURADOS 

La organización Investigación, Evaluación y Análisis (IEA) Economía Bolivia (www.iea.economia.bo) calcula que la población económicamente activa de Bolivia es de 5 millones 502 mil 997 personas. El 40 por ciento de los bolivianos en edad de trabajar (2.241.196) está asegurado en las AFP.

Sin embargo, solo el 12 por ciento (662.922) de trabajadores cotiza al Sistema de Pensiones. Si no aumenta el número de cotizantes, se puede preve una población de 4 millones 840 mil personas sin rentas de jubilación en los próximos años.

ASESORÍA

Según Rodríguez Cáceres, una reivindicación pendiente es que el Gobierno instituya el servicio de asesores previsionales sobre aspectos legales y financieros, de acuerdo a lo establecido por el artículo 191 de la Ley de Pensiones.

“No se lo implementó porque los jubilados podrían sacar provecho del sistema solidario que, a la larga, podría tornarse insostenible”.

El asesor previsional podría ayudar a aquel maestro que gana 6.000 bolivianos y tiene derecho a un 70 por ciento de referente salarial, es decir 4.200, con 35 años de servicio. Su renta podría ser 4.200, pero sin posibilidad de actualización. Con asesoramiento, podría hacer subir su referente salarial y tener un plan a futuro que le permita ingresar al sistema solidario y que se reajuste su ingreso cada cinco años.

Los independientes que aportan al sistema no tienen que fallar ni un mes y subir su promedio salarial antes de jubilarse.

Los jóvenes tienen cortes en su empleo por movilidad laboral. Si un trabajador va a entrar al sistema solidario y se queda sin trabajo a los 30 años, tiene que seguir aportando al sistema, para no perder su renta.

INVALIDEZ

Los trabajadores aportan para el riesgo común y el riesgo profesional.

Las personas corren riesgo de fallecer o quedar inválidas en accidentes de tránsito o caídas que pueden causar incapacidad. El Sistema de Pensiones protege a los afiliados frente a estos riesgos. Dependiendo del caso, la persona podría percibir hasta el 70 por ciento de su sueldo o menos, por invalidez.

Aunque hay varias críticas, no hace falta anular el Sistema, sino mejorarlo para que dé mejor rentabilidad,concluye Rodríguez Cáceres.

Pasanaku 

El ahorro personal a largo plazo puede verse como un pasanaku. Más de 120 aportes beneficiarán al aportante en edad de jubilación.  

2010

Debía empezar la transición La transferencia de las AFP Previsión y Futuro a la Gestora Pública de Pensiones debía darse del 2010 al 2011. Ese retraso determinó que las AFP trabajen en “piloto automático”.

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