02 mayo 2018

El domingo 29 del presente, el periódico Página Siete, en su sección denominada “En la mira”, presenta una nota titulada "El perro o tu vida", nota donde una vez más muestra su fobia contra los perros de la calle. 

En dicha nota sostienen que en la autopista La Paz – El Alto sucedió un accidente porque “el chofer esquivó a un perro para no causarle daño”. Con su característica mediocridad, es decir sin averiguar un poco más o analizar las circunstancias del hecho, Página Siete cree a ciegas en las declaraciones del conductor. Yo me permito dudar de las mismas porque para perder el control del vehículo, sufrir un vuelco y quedar atrapado en los fierros tuvo que estar corriendo a mucho más de 80 Km/h. Esto, en mi criterio es más probable como causa del accidente porque, como dice otra nota del mismo periódico, el hecho sucedió en la madrugada. Además, pregunto, quién en su sano juicio es tan estúpido para conducir siquiera a 60 Km/h. en las condiciones que está dicha autopista (en construcción y con infinidad de cortes).


Mis dudas, sin embargo, no me impiden ver un problema cada vez más creciente: la infinidad de animales arrollados en las “vías rápidas” de las principales ciudades del país y la mayor probabilidad de accidentes al intentar esquivarlos. Por esto me parece acertada la política que han estado implementando algunos municipios concienciando a los conductores y solicitándoles que “no atropellen” a los perros que se crucen en su camino; lo cual es perfectamente posible si se conduce a menos de 80 Km/h.

Página Siete, en cambio, critica al Gobierno Municipal de La Paz por implementar este tipo de acciones y preferiría que las autoridades contribuyeran “a evitar la presencia de canes en las calles y a mantenerlos lejos de las avenidas rápidas” y, por supuesto, “en ningún caso instar a los conductores a dejarlos pasar porque eso puede significar una disyuntiva: el perro o tu vida”.

Desde hace tiempo Página Siete viene emitiendo este tipo de noticias y opiniones, pero lamentablemente, en ninguna de ellas se anima a explicitar qué quieren decir cuando dicen “evitar la presencia de canes en la calle”. ¿En verdad, que quieren? ¿Recogerlos de la calle y eliminarlos? ¿Identificar a quienes lo han abandonado y sancionarlos? ¿Exigir al municipio que destine una parte de su presupuesto para promover la adopción y esterilización masiva de canes? Ojalá algún día lo digan y así debatimos este asunto en serio.

Entre tanto, es necesario puntualizar que, en su antipatía a los perros de la calle, la persona que escribió la nota miente al sostener que “existe una corriente que antepone la vida de los animales por encima de cualquier otra cosa”, no es cierto, ninguno de los que defiende a los animales —independientemente de la filosofía que profesen— llega a sostener ese extremo.

Conviene también puntualizar que Pagina Siete se ha posicionado muchas veces en defensa de la naturaleza y el medio ambiente, especialmente, frente a algunos proyectos que el gobierno pretende implementar; pero, al parecer, ese posicionamiento ha sido falaz, porque una verdadera defensa de la naturaleza supone repensar seriamente nuestra relación con los animales, especialmente con los animales que nos alimentan, con los que sirven para darnos cobijo, con nuestras mascotas y con los que ocupan un mismo espacio con nosotros. Lo otro: defender a la naturaleza en abstracto, o solo circunscrita a la defensa de un parque o reserva natural, o defenderla porque la situación política dice que es conveniente, es parcial, hipócrita y oportunista. 

Por Gustavo Marcelo Rodríguez Cáceres
Cochabamba, 02 de mayo de 2018

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