07 agosto 2010

El proceso de nacionalización es muy caro para todos los bolivianos, pues es la síntesis de una serie de luchas y movilización social en pos de aprovechar nuestros recursos naturales para mejorar nuestra calidad de vida, también es una síntesis de las esperanzas e ilusiones sobre el tipo de país que queremos construir; por todo ello es inadmisible que no se informe verazmente sobre la nacionalización y el curso que está tomando la recientemente re-fundada YPFB.

Al parecer los personeros de YPFB no han comprendido esto y se han dado a la tarea de tergiversar la información, aquí presentamos algunos ejemplos. Es completamente evidente que el proceso de nacionalización y YPFB, los últimos cuatro años, recibieron y reciben una andanada de críticas, muchas de ellas sañudas, malintencionadas y sin fundamento. Y no es que no haya motivos para criticar, de hecho los hay de sobra, pero una rápida revisión de las publicaciones de prensa, de los noticiosos radiales y televisivos confirmaría que todos los días a partir del 1º de mayo de 2006, siempre ha habido una noticia, un artículo de opinión, un reportaje, haciendo referencia a la, según ellos, estructural ineficiencia estatal, a la “huida” de la sacrosanta inversión extranjera, a la corrupción congénita, etc., todo con la intención de denigrar y mellar la recuperación de los hidrocarburos y la imagen de la empresa estatal.

Ese marco ameritaba y urgía que YPFB dirigiera mejor y fortaleciera su área de comunicación, en esa medida se justificaba la conformación de la Agencia de Noticias YPFB. Lo malo es que en vez de usar dicha Agencia para informar de manera veraz, pronta y solvente, se la está utilizando para tapar errores. Lamentablemente, los actuales personeros de YPFB han recurrido a la argucia noticiosa, al subterfugio comunicacional, a la ambigüedad informativa, en definitiva, a las mañas de la desinformación para intentar convencernos que sí están trabajando por el autoabastecimiento y la soberanía energética, cuando en realidad nos están introduciendo a los laberintos de la inseguridad energética.

La argucia del 300%

El 29 de mayo del presente año, la recién conformada “Agencia de Noticias YPFB” informaba que el pozo LPS X-4 del Campo Los Penocos, a cargo de YPFB Andina, logró “incrementar su producción en un 300%” gracias a la aplicación de un sistema Gas Lift [1]. Como no podía ser de otra manera la mayoría de los medios de comunicación del país se hicieron eco de esta noticia que, según los personeros de YPFB, no reflejaba más que el éxito de la empresa nacionalizada. Cuando nos preguntamos qué significa exactamente ese éxito, encontramos en la misma noticia que la producción del pozo, evidentemente en franca declinación, había aumentado de 92 a 280 barriles por día. Para ser precisos, el incremento es del 204%, es decir 188 barriles; pero no nos interesa resaltar aquí ese error aritmético, sino la manipulación informativa que los “comunicadores” de YPFB pretenden hacer a partir del mismo.

En efecto, la noticia está tan restringida que ni siquiera indica el tiempo estimado que durará dicho incremento; tampoco indica el porcentaje que ese aumento significa respecto de la producción de líquidos y específicamente de petróleo; mucho menos indica la proporción que ese incremento aporta a la producción nacional de diesel oil, gasolina y Gas Licuado de Petróleo (GLP). Por supuesto la ausencia de toda esa información no debe extrañar, porque comparados con esos parámetros el “éxito” de YPFB se reduce al 0,46% de la producción diaria de líquidos, y al 3,32% de la producción de petróleo; además teniendo en cuenta que es un campo en declinación, lo más probable es que sólo se haya apresurado el final de su producción.

Lo más grave, sin embargo, es que inmediatamente después de presentar la información sostienen que “este proyecto (sistema Gas Lift) forma parte del plan de incremento de producción de YPFB ANDINA, así como del plan estratégico de YPFB Corporación, destinados a generar las condiciones necesarias para alcanzar una mayor extracción y provisión de gas y líquidos. El objetivo es reducir paulatinamente la importación de diesel procedente de países vecinos”.

¿Cuáles son esos planes a los que hace referencia la nota? Públicamente al menos no se conoce ningún plan de YPFB Andina en este sentido; y si nos circunscribimos al Plan de Inversiones 2009 – 2015, presentado por YPFB Corporación, es evidente que su prioridad es la exploración y explotación de Gas Natural (GN) a fin de garantizar el mercado externo, el objetivo de autoabastecer el mercado interno en dicho plan está ausente, y por el contrario se prevé convertir al país en importador de petróleo, para refinarlo internamente y así cubrir la demanda de combustibles como el diesel oil y las gasolinas; en ningún momento dicho plan pretende priorizar la exploración o la aplicación de tecnologías alternativas a fin de encontrar y producir más petróleo. Lo cierto es que presentan una noticia equivoca para luego, tendenciosamente, dar a entender que la actual YPFB se preocupa y trabaja por el autoabastecimiento del mercado interno, algo totalmente alejado de los hechos.

El subterfugio líquido

El nueve de junio la misma Agencia de Noticias bajo el titular “YPFB incrementa producción de líquidos para el mercado interno”, informa que “la producción adicional de tres mil barriles representa un aporte de casi 5 millones de litros de diesel, 5 millones de litros de gasolina al mes y dos mil garrafas de gas por día…” La nota termina citando a Guillermo Achá Gerente Nacional de Comercialización, que indica: “De esta manera se garantiza, de forma continua, el normal abastecimiento de productos en el mercado interno de Bolivia”.

Nótese que con la intención de “agrandar” la noticia, informan del logro en número de barriles y cuantifican su impacto en millones de litros al mes; esa burda manera de manejar los datos deja de lado, por ejemplo, que en el país sólo en un día se requieren de 4 millones de litros de diesel oil y poco más de 2,5 millones de litros de gasolina; por lo que proporcionalmente, el “impacto” informado equivaldría aproximadamente sólo al 4% y al 6% de la demanda diaria de los combustibles mencionados respectivamente. Incrementos que aunque pequeños serían importantes de ser ciertos, sensiblemente, no lo son.

Veamos, al revisar la noticia referida confirmamos que “este incremento se debe al cumplimiento de los compromisos de exportación de gas natural y la producción de los campos asociados”; hablando en precisión, se incrementó la producción de líquidos asociados al GN, es decir Condensado[2] y Gasolina Natural[3], no así petróleo; por lo que es muy heroico sino estúpido, suponer que de esa cantidad y de esa calidad de líquidos, con una escala API mayor a 50º y con escasa cantidad de componentes pesados, se pueda extraer la cantidad de diesel oil y gasolina que indica la nota. Pero, no sólo tiene que ver la calidad de los líquidos sino también la capacidad de las refinerías para procesar los mismos; aquí, los artífices de la noticia “olvidaron” mencionar que ninguna de las refinerías bolivianas tiene, por ejemplo, plantas de isomerización que les permita obtener gasolinas de alto octanaje a partir de los líquidos asociados al GN. Para decirlo gráficamente el Condensado y la Gasolina Natural sólo pasan por las refinerías, para luego ser agregadas al “crudo reconstituido” que es enviado a la exportación.

Por todo lo dicho, el aumento de la producción de líquidos en el país, no implica automática y directamente el aumento de combustibles como el diesel o la gasolina automotriz para el mercado interno; la noticia surgida en este sentido no es más que un intento de embellecer el rostro pro exportador y contrario al autoabastecimiento del mercado interno, que actualmente viene aplicando YPFB Corporación.

La ambigüedad exploratoria

Nuevamente el 22 de junio la agencia de Noticias YPFB indica: “El presidente de YPFB Corporación, Carlos Villegas, anunció que la estatal petrolera gestiona la adquisición de cuatro equipos de perforación para iniciar un agresivo plan de exploración a partir del segundo semestre de este año” la noticia se complementa con una transcripción de las palabras de Villegas que valorando dicha adquisición indica: “permitirá no solamente sustituir lo que actualmente estamos construyendo [consumiendo (n.e.)], sino obtener mayores reservas y en esos términos otro reto de YPFB además de aumentar nuestra producción, es el de descubrir nuevas reservas, para el efecto, YPFB va ingresar directamente a la exploración”.

La noticia desde la perspectiva de la nacionalización y de la reconstitución de YPFB como una empresa efectivamente operadora en el upstream, por supuesto, es halagadora y promisoria, tristemente, todo indica que es una noticia falsa.

Veamos, iniciar un plan siquiera moderado de exploración, que digamos pueda concretarse en la perforación de 5 pozos exploratorios por año, a 60 millones de dólares promedio por pozo, actualmente amerita contar con una disponibilidad de 300 millones de dólares por año; monto que YPFB Corporación no los tiene, ni siquiera juntando los presupuestos para tal fin de Chaco y Andina. En concreto, el Plan de Inversiones 2009 – 2015 de YPFB Corporación consigna 1.134 millones de dólares para exploración, a un promedio de 227 millones por año; sin embargo del mismo Plan se desprende que 100 millones serían financiados por Chaco, otros 100 por Andina, y 47 millones provendrían del crédito del BCB, el resto de los montos consignados, al no contar con una fuente de financiamiento asegurada, sólo tienen el valor del papel que los soporta. Es decir, existe la intención plasmada en el papel de llevar adelante un plan tímido de exploración, pero no existe la capacidad financiera para lograrlo; además habrá que anotar, que sólo los prospectos exploratorios potencialmente gasíferos son lo que están garantizados de ser explorados, no habiendo un prospecto que vaya a aumentar las reservas de petróleo.

Entonces ¿por qué se propala una noticia respecto a “un agresivo plan de exploración”, a todas luces inexistente? En primer lugar, hay que tomar en cuenta que el anuncio fue realizado en el congreso de trabajadores petroleros, a los que al parecer no se los puede incentivar y dirigir con la verdad, sino con ilusiones. Segundo, si el anuncio está hecho, qué mejor que difundirlo a la opinión pública, para así construir una imagen de empresa petrolera que busca petróleo, aumenta y sustituye reservas, aunque ésta no corresponda con la realidad de YPFB Corporación.

Posiblemente, la única parte cierta de la noticia sea que YPFB adquirirá los cuatro equipos de perforación, pero, con qué propósito, a qué campos serán destinados, cuántos pozos se piensa perforar con los mismos, en fin, surgen una serie de preguntas que la información oficial no permite subsanar y, por el contrario, siembra dudas, más aún si recordamos que el taladro chino, de propiedad venezolana que llegó el 31 de octubre de 2008, con todos los costos que implica su mantenimiento ocioso recién fue puesto en operación en octubre de 2009. Tampoco sabemos los resultados de la administración, montaje y puesta en marcha del taladro, sean un éxito o un fracaso, permitirían evaluar si fue una decisión acertada, si sus costos son adecuados, etc.

No es que estemos en contra de reconstituir una unidad de perforación en YPFB, más bien es imprescindible y necesario, sin embargo, esta tarea debería pasar primero por el reprocesamiento con nuevas tecnologías y la reinterpretación a la luz de los nuevos conocimientos de toda la información sísmica que la antigua YPFB había logrado y en ese marco priorizar la exploración de aquellas áreas con potencial de petróleo antes que de gas, a fin de autoabastecer el mercado interno. Al menos esta era una de las líneas de trabajo exploratorio que se había diseñado en la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH), que ahora está completamente ausente en el Plan de Inversiones. Valga anotar que fue el mismo Carlos Villegas quién dirigió y avaló ambos documentos, por eso mismo más importante que la ambigüedad de un “agresivo plan de exploración” sería informar sobre los motivos por los cuales se ha cambiado de línea de trabajo, sobre los resultados del reprocesamiento y reinterpretación de los datos, si es que se hizo el trabajo, etc.

Segundo, reconstituir la Unidad de Perforación pasa por recuperar toda la experiencia técnica de la antigua YPFB, esto entre otras cosas significa reunir al cúmulo de geólogos e ingenieros que trabajaron en YPFB y establecer mecanismos que faciliten la transmisión de su experticia y conocimiento en la materia; inclusive habrá que recuperar sus formas de organización y sus procedimientos pues no olvidemos que los costos de perforación de la antigua YPFB eran más bajos que los de las empresas transnacionales. Tercero, y no menos importante, no debería descartarse el establecimiento de convenios, por ejemplo, con PDVSA, Petroecuador e, inclusive, Petrobras que tienen exitosas unidades de perforación en funcionamiento y que perfectamente podrían transferirnos su experiencia.

Los riesgos de la desinformación

“Las mentiras tienen patas cortas” reza la sabiduría popular y YPFB no está exenta de esta máxima, de hecho el camino comunicacional que ha elegido YPFB muy pronto se dará de bruces con la orientación que se está dando a la nacionalización y a la empresa estatal.

No importa que se anuncien una serie de “éxitos” exploratorios o “aumentos” en la producción de líquidos, tampoco importa que se repita hasta el cansancio que YPFB trabaja por el autoabastecimiento nacional, lo evidente es que la falta de combustibles pesados en el mercado interno es cada día más crónica, no podría ser de otra manera pues las reservas de petróleo en el país cada día son menores; por otra parte, hasta el momento, las arcas del Estado han logrado soportar los costos de importación de Diesel Oíl, y circunstancialmente gasolina automotriz y GLP, aunque no es menos cierto que esos costos son cada día más grandes, es decir tienden a subir y a restar dineros que perfectamente pueden ser destinados a otros fines. Lo más grave aquí es la decisión de YPFB que en el futuro inmediato pretende dejar de importar hidrocarburos refinados e importar petróleo crudo, todo ello en vez de buscarlo en el territorio nacional y así reemplazar las reservas consumidas y satisfacer la demanda interna; de hecho propender a cambiar la importación de combustibles pesados por petróleo crudo no es una solución, haciendo supuestos heroicos podría ser un paliativo si no un problema mayor: supeditar al país a la provisión externa de petróleo. Esta realidad, que ya es palpable hoy en día y se agravará en el corto plazo, es la que acortará los pasos y enviará al trasto de la basura la política comunicacional de YPFB.

Al margen que dicha política comunicacional vaya a parar donde corresponde, el riesgo mayor es que sus desaciertos, tergiversaciones y manipulaciones sobre el accionar de YPFB podrían abonar para el descreimiento en la nacionalización y el escepticismo en la gestión estatal de los hidrocarburos. Es decir, podrían abonar para cambiar la correlación de fuerzas políticas favorables a la nacionalización y tornarlas propicias para los privatizadores. Por ello además de exigir a los actuales responsables de la estatal que informen con propiedad, solvencia y veracidad sobre las operaciones de YPFB, es urgente establecer los mecanismos de participación y control social que contrarresten la desinformación y, de ser posible, eviten el despeñadero al cual nos están conduciendo.

Notas:

[1] “Uno de varios métodos de elevación artificial. Un proceso mecánico que utiliza la inyección continua o intermitente de un gas dentro de la tubería de producción (tubind or casing)para aligerar o desplazar los fluidos producidos. Esto crea una reducción de presión en el fondo del pozo, incrementando o sustentando el flujo del pozo” http://energia.glosario.net/terminos-petroleo/bombeo-neum%E1tico-1843.html

[2] “Se refiere a cualquier mezcla de hidrocarburos relativamente ligeros que permanecen líquidos a temperatura y presión normales. Tendrán alguna cantidad de propano y butano disueltos en el condensado. A diferencia del aceite crudo, tienen poca o ninguna cantidad de hidrocarburos pesados de los que constituyen el combustible pesado”. http://ypfb.gov.bo/glosario.php

[3] “La gasolina natural o primaria está compuesta por el número adecuado de carbonos, pero la forma en que están colocados dentro de la molécula no le imparten un buen octanaje. Para mejorar la calidad de esta gasolina existen dos tipos de procesos en las refinerías, que son la isomerización y la reformación”.

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