La reacción de algunos ministros
ante la movilización organizada por el Padre Mateo, solicitando que al menos el
10% del Presupuesto General del Estado (PGE) sea destinado a salud, ha sido unánime:
todos ellos han sostenido que el PGE consigna el 11,5% para dicho sector. La unanimidad, sin
embargo, no implica que los ministros tengan razón, ni que las
cifras que enseñan sean ciertas.
Lo que enseñan los datos oficiales
En la “Memoria de la EconomíaBoliviana”, publicación oficial del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas
(MEFP), se incluye el acápite titulado “Presupuesto y su ejecución”[1].
En dicho acápite se muestra el Presupuesto Consolidado Programado y Ejecutado
en cada gestión; y además, en función del Presupuesto Ejecutado (que es el que realmente
importa, porque es el dinero realmente gastado) se enseña a qué
sectores se ha destinado dicho presupuesto.
Cuando relacionamos el
presupuesto ejecutado en el Sector Salud y Deportes, que según aclaran los
autores incluye “el gasto en salud y educación de gobernaciones y municipios”, con
el Presupuesto Ejecutado correspondiente a todo el Estado, comprobamos que el
mismo ha representado el 3,07% el año 2008 y ha ido subiendo paulatinamente
hasta el 5,74% el año 2014 (Ver el gráfico siguiente).
En “Presupuesto Ciudadano”, otra
publicación oficial del MEFP, que “pretende facilitar la lectura el Presupuesto
General del Estado (PGE) 2015 […] a fin de evitar interpretaciones erróneas de
la composición de los ingresos públicos y del destino de los fondos
nacionales”, se informa que el presupuesto del Sector Salud y Deportes es de
15.464 millones de Bolivianos, que divididos entre los 221.181 millones de
Bolivianos que es el total del Presupuesto Consolidado, arroja una proporción
del 6,99% para dicho sector.
Como puede observarse, las cifras
oficiales muestran que el presupuesto ejecutado en salud entre 2008 – 2014, así
como el correspondiente a este rubro en 2015, están lejos del 10% solicitado en
la movilización.
¿Quiénes están equivocados? ¿El Padre Mateo y quienes lo apoyan; los ministros que los descalificaron; o los personeros de la Unidad de Análisis y Estudios Fiscales que elaboraron la “Memoria de la Economía Boliviana”, o los personeros de la Unidad de Gestión Presupuestaria y Presupuesto Plurianual que elaboraron el “Presupuesto Ciudadano?
¿Quiénes están equivocados? ¿El Padre Mateo y quienes lo apoyan; los ministros que los descalificaron; o los personeros de la Unidad de Análisis y Estudios Fiscales que elaboraron la “Memoria de la Economía Boliviana”, o los personeros de la Unidad de Gestión Presupuestaria y Presupuesto Plurianual que elaboraron el “Presupuesto Ciudadano?
La insolvencia intelectual y moral de los ministros
Cuando en un discurso los
adjetivos se imponen a los verbos y sustantivos, por regla general, estamos
ante una situación de completo desconocimiento y/o falta de argumentos de quién
ofrece el mismo. Me temo que esto es lo que le pasó al Ministro de la
Presidencia Juan Ramón Quintana que, con seguridad, no conoce cómo se compone
el PGE, por lo que, agarrado de una cifra que no comprende y no sabe explicar,
no tuvo más opción que adjetivar al Padre Mateo y a la movilización que
promueve.
Éste no es el caso del Ministro
de Economía Luis Arce Catacora, quien sí conoce el PGE; tanto que, recurre a un
artificio aritmético consistente en restar del monto total del PGE el monto presupuestado
para las empresas estatales. En efecto, de acuerdo a los datos presentados por la Fundación Jubileo, si se quita lo presupuestado para las empresas estatales el monto reduce de 221.181 a 130.374 millones de Bolivianos, los
que relacionados con el monto asignado sólo a salud (14.974 millones) arrojan
una proporción del 11,5% para el 2015.
Según el Ministro, este artificio
está justificado “porque las empresas estatales no tienen nada que ver con el
tema de salud”. Con esta forma de razonar podríamos también quitar del PGE los
montos correspondientes a la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), a la
Policía Boliviana, a las Fuerzas Armadas, al Viceministerio de Descolonización;
y no faltaría quienes arguyeran que los presupuestos de LACTEOSBOL, EMAPA, ENDE
y YPFB sean incluidas en el cálculo, pues, las dos primeras contribuyen en la
alimentación de los bolivianos y las dos últimas contribuyen con energía para
mejorar la calidad de vida y de la salud en múltiples formas.
En fin, no quiero ridiculizar el
argumento del Ministro, que por lo demás no hace falta, sino tan solo dejar
sentado que por el camino que propone ingresaríamos a una interminable y ridícula
discusión sobre qué sectores y qué instituciones están relacionados o no con la
salud.
Más allá de su argumento falaz, el
cálculo que presenta Luis Arce Catacora conlleva un error metodológico, a
saber: no toma en cuenta que el análisis por sectores necesariamente debe hacérselo
en función del monto total del PGE, debido a que en este nivel de análisis, todos
los sectores están relacionados, pues, que un sector reciba una mayor o menor
proporción del PGE significa que otro sector deba aumentar o disminuir la
proporción que recibe.
No es que el Ministro de Economía
no conozca los enfoques para analizar el PGE, si los conoce y muy bien. Tanto
es así, que el 15 de diciembre de 2012, en ocasión de responder a una
interpelación en la Asamblea Legislativa para brindar “una
explicación sobre la supuesta asignación de un mayor presupuesto para Defensa y
Gobierno, en detrimento de Salud y Educación” dio, como les gusta decir a los
funcionarios del MEFP, “una cátedra sobre el PGE”.
En esa interpelación, que fue
inmediatamente publicada con el título: “El nuevo modelo económico beneficia a salud y educación con más recursos”, Arce Catacora demuestra su conocimiento
del PGE y haciendo el análisis por sectores en función del monto total del PGE,
señala que los años 2010, 2011 y 2012 la asignación presupuestaria para salud
era del 5%, 5,3% y 4,8% respectivamente.
Que ahora, ante una movilización solicitando
el 10% del total del PGE para el sector salud, recurra a artificios aritméticos
y todavía afirme que: “El padre Mateo y los economistas que están detrás de
dicha campaña deberían admitir su error en vez de tratar de justificar lo
injustificable manipulando las cifras” sólo muestra su insolvencia moral.
Las prioridades de gasto muestran las prioridades políticas del Estado
El Gráfico siguiente, oficialmente
presentado por el MEFP, resume la distribución del PGE 2015 por sector
económico. El mismo, no sólo muestra que todos los sectores están
interrelacionados, sino también las prioridades de gasto que tiene el Estado
Boliviano, a saber: 33% para hidrocarburos, 9% educación, 7% salud y
deportes, 17% administración.
De manera más concreta, esa
distribución depende fundamentalmente de las decisiones que toma, principalmente,
el gobierno central, pero también de las que toman gobernaciones y los
municipios.
En ese marco la propuesta de destinar 10% del total del PGE para salud obliga a repensar a los gobernantes y a todos los bolivianos sobre el destino y la calidad de los gastos que se efectúan con el PGE.
En ese marco la propuesta de destinar 10% del total del PGE para salud obliga a repensar a los gobernantes y a todos los bolivianos sobre el destino y la calidad de los gastos que se efectúan con el PGE.
Por ejemplo, qué es más importante:
- ¿Adquirir un satélite, que arranque hasta las lágrimas de nuestras principales autoridades, o es preferible destinar todo ese dinero a ítems que permitan brindar educación y salud de calidad en el área rural?
- ¿Invertir millones de dólares con el fin de exportar electricidad o destinar ese dinero a brindar electricidad a las 495.000 familias del área rural que todavía no cuentan con ella?
- ¿Destinar parte del PGE a una empresa como CARTONBOL (o a un Fondo para apoyar a las cooperativas mineras) o destinarlo a la creación de infraestructura de salud, o dirigirlos a fomentar la producción agrícola, o la exploración petrolera?
- ¿Destinarlo a publicidad gubernamental, en muchos casos, prácticamente electoralista?
O, rompiendo con la lógica actual
de asignación y prioridades del PGE ¿no sería preferible poner un freno a esos
monumentos al cemento y a las mega-instalaciones de futuro todavía incierto, y
destinar todo ese dinero a hacer que la Renta Dignidad sea, realmente un
ingreso digno para quienes la reciben?
Más radical aún ¿no sería preferible dividir el presupuesto de inversión en dos y destinar una de esas partes a la otorgación de una Renta Básica a favor de los sectores más empobrecidos de la ciudad y el campo?
Más radical aún ¿no sería preferible dividir el presupuesto de inversión en dos y destinar una de esas partes a la otorgación de una Renta Básica a favor de los sectores más empobrecidos de la ciudad y el campo?
Cuán diferente sería la situación
en este momento si los ministros, en vez de reaccionar de forma virulenta y con
argumentos falaces, hubiesen estado dispuestos a discutir los motivos por el
que el PGE está asignado de esa manera y a escuchar sugerencias sobre una mejor
asignación del mismo. Lamentablemente, todo parece indicar que entre las prioridades
políticas de los ministros también está autoproclamarse como los únicos detentadores de la
verdad y la razón.
Gustavo Rodríguez Cáceres
Cochabamba, 15 de junio de 2015
[1] Para los
cálculos que presentamos aquí se han tomado en cuenta la Memoria de la Economía
Boliviana 2011 (Págs. 94-96); 2012 (Págs. 106-108); 2013 (Págs. 114-116) y 2014 (Págs. 121-123).
Buen articulo Gus
ResponderEliminarEstimado buen articulo, estoy elaborando una propuesta de diagnostico para la accesibilidad y ejercicio al diagnostico oportuno y tratamiento precoz de cáncer de cuello uterino en 6 departamentos. misionalianzavih@gmail.com
ResponderEliminarhttp://notengasmiedocuidate.blogspot.com/